Por más que te andés exhibiendo y que te agarrés las
bolas todo el día
yo no te voy a ver más hombre mi querido Juan.
En una mano, no me das ganas,
no me sacas sonrisas.
En la otra, no lloro desde mayo.
Te extraño por tantas razones.
Me curaste las heridas, y aún no sabes cuanto me
desvelas.
Estoy en el limbo del deber y el dejarse ir.
Estoy en la indecisión, y el porvenir.
Una mirada, un halago, y verás quien realmente soy.
Un montón de palabras que probablemente no entenderás.
No le escribo a nadie, solo sale del corazón.
Que mi inconsciente cambie lo más blanco, por lo más
negro y no me de explicaciones lógicas.
Dejar de ver lo blanco, y ver lo que hay detrás del
negro.
Dentro de toda esta perdición aún soy sincera.
Ya no le temo a la locura, simplemente no etiqueto.
No es que ya no sienta.
No es que se me haya olvidado lo que es estar enamorada,
o lo que es sufrir por amor.
Es que me gusta expresarme, y todo esto por que ya no he vuelto
a llorar.
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