Y nos quedamos en París
contando
chinos hasta Madrid.
Que bien se siente
esta lluvia
entre los dos.
Nuestras
risas y nuestro amor.
Que bien se
siente.
Tanto te quiero que ya olvide
que eras
solo mi amigo.
Nunca lo pude asimilar
cuando debía
yo volar.
Y no volver
ver hacia atrás.
De lo que me
hace mal siempre quiero más.
Y de nuevo
caer en tus brazos,
ya no queda
nada más que decir,
tan solo
queda el sonido de nuestra respiración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario