Te tuve tan
adentro...
Has dejado una
huella en mi corazón
que nadie más podrá borrar.
Si dejara de ser tan dependiente.
¿No ves que me estoy volviendo loca?
Hasta llegar a imaginarme
que el tiempo a tu lado no iba a parar.
No hay caricia
que te pueda igualar.
No se por qué insisto en recuperar tu sonrisa.
Si de todas formas a vos ni te precisa.
Y que en mi sueños llegaras a volverme a enamorar.
Flores marchitas, cartas arrugadas y fotos sin brillo.
La realidad es
que ya no soy la dueña de tus besos.
Mis manos frías reclaman tu ausencia.
Ya no hay quien suplente a dos enamorados en el sillón
rojo.
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